viernes, 20 de septiembre de 2013

Y se vinieron las lluvias.

Con el país inundado y el hambre como protagonista de la historia en más de 5 estados de la República, no podemos dejar de tomar en consideración la opinión sediciosa de los medios de comunicación más vistos en México, debido a que la "nota" es, para ellos, "la rapiña", pero esa rapiña es de sus hermanos damnificados, que lo perdieron todo, pero que importa, sólo están ahí con la cámara y la seguridad que después de levantar su "audiencia" pueden regresar a su estación, a conducir su programa matutino, derramar lagrimas falsas y darle una calurosa bienvenida a la o el artista de moda.

Qué banal es la televisión, que vanos nos han vuelto al considerar sus programas como información y darle un sentido a nuestras vidas con relación a sus nefastas emisiones diarias. 

La necesidad no puede ser considerada una mercancía; y eso es lo que han hecho de la desgracia que nos invade, no sólo los medios,  que aparte de iniciar la violencia desmedida y odio irracional que desata su postura para muchos (en los cuales me incluyo) hipócrita, no para con su voracidad y doble moral, véase también la postura de algunos políticos oportunistas, que con sus presentaciones y declaraciones fuera de la realidad no tienen otro fin mas que la santificación. Con lo anterior no quiero que se entienda que un fenómeno meteorológico sea algo que un representante de Estado tenga que resolver con declaraciones claras y acertadas, pero sí, tomar con sensatez los reclamos de sus representados y no generar más incertidumbre a los desvalidos, a ésto voy con las recientes grabaciones difundidas en el sitio de internet YouTube, donde se puede ver al Gobernador de Veracruz discutiendo en tono molesto con personas que no sólo perdieron sus viviendas, sino a familiares, amigos y vecinos.
Imagen tomada de Telenews

No menos tomar a la ligera las múltiples publicaciones en las redes sociales, que pese a la tragedia, buscan culpar al Gobierno de todos niveles, con la excusa de que es su obligación y que con las condonas a las grandes empresas la situación podría ser diferente. Razones muy razonables, pero, en estos momentos para los que hemos estado cerca de una situación similar o dentro de la misma, entendemos que la solución no está en la búsqueda de culpables.

Los exhorto a contribuir con lo que en su medida puedan dar para apoyar a nuestros hermanos en tragedia, la fraternidad no puede discriminar ni esperar que la autoridad gubernamental, que recuerden, no es omnipotente para retirar las aguas de las ciudades y volverlas a los ríos, se dedique a enviar su parte.

Las razones que ocasionan la mayoría de estos percances pueden ser prevenidos, pero por todos es conocido el alto nivel de corrupción que existe en nuestro país, motivo por el cual la gente que sin o con el conocimiento para edificar lo hace, repercutiendo en la mayoría de las tragedias ocurridas. Recuerden, la corrupción no es solo de los funcionarios públicos, también son de nosotros los usuarios de las dependencias y paraestatales, que contribuimos a la practica de conductas evidentemente dañinas.

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