jueves, 27 de febrero de 2014

Decadencia en la cultura del internet

Hoy por hoy, nos vemos tentados por las redes informáticas y comunicacionales de diferentes órdenes, para seguir estereotipos que van lejos siquiera de ser convencionalismos sociales, si bien los tiempos cambian, las personas no tenemos porque ser intransigentes con dicho fenómeno cronológico.

   Todo cambio es bueno, siempre que sea valioso, por decirlo del modo kantiano, que tienda a ser un movimiento en el mundo de los valores el que permita que nuestra conducta alcance el valor de ley universal, no solo con nuestros semejantes, sino con nosotros mismos y con los que no conocemos y nunca conoceremos, como es la totalidad de la raza humana, que dista mucho de ser un pequeño grupo de sujetos y se ha convertido en una masa de inteligencia colectiva que arrastra cada vez más y más conocimiento a su paso y se vuelve incontenible y voraz.

   Es incalculable el efecto que tiene la información y sus contenidos hoy en día, pese a existir una clasificación enorme de códigos sintácticos que denominen los signos y significados (Eco 2000), que son producto de la cultura que emerge cada vez más de un proceso de retroactividad evidente, conformando los principales temas filosóficos la anarquía y el hedonismo como columna dorsal de la antropomórfica masa colectiva que es la especie humana.

   México, Venezuela, Ucrania, Siria, etcétera, son solo una muestra de lo que pasa en la mente humana como frágil mente colectiva; es evidente que estamos lejos del conocimiento zoosemiótico de colonias millonarias como las hormigas y las abejas, o de mamíferos que se mueven en grupos de millares y se auxilian unos a otros. Aunque no hay que confundir ésto con un deseo animal, sino como se ha dicho, en una filosofía nueva y tolerante, cargada de razón y no de una simple idea vulgar o corriente de lo que significan los términos empleados, y, más bien, se fortalezca la escentia humana, como decía Aristóteles (2010), aquello que puede llevar a una duradera felicidad, no como placer tanto como por amor a hacer el bien, que es a lo que todo acto humano aspira.

   En cuanto a nuestra madurez como sociedad, estamos lejos de creer que así es, pues, a lo largo de los miles de años que se le han calculado al hombre sobre la tierra, no existe mas que la más ligera manifestación de buena y pura voluntad hacia el prójimo. Ya sea por ideologías o fanatismos la cultura se convierte en un ser abstracto y a veces comprendido de manera coloquial, lo cual ocasiona problemas de orden jerárquico en la sociedad, por ejemplo, hoy el término cultura tiene sino múltiples significaciones individuales, pero la más peligrosa creo yo, es la que le dan quienes la comparan o igualan a un conjunto de conocimientos arbitrarios y la denominan "cultura general", denostando sus contenidos y no respetando su calidad de manifestación semiótica, política, filosófica, y epistemológica sobre todo, lo que la convierte en un todo y un nada, debido a la creciente demanda de necesidad sintéticas, aquellas que no tienen ningún bien como su fin.

   Ahora bien, explicado lo anterior, es notorio ver en las redes sociales información que es divulgada sin el más mínimo cuestionamiento por parte de muchos lectores, que no solo le dan vista, sino que lo comparten y divulgan, a lo cual, le podemos añadir que la información de temas relacionados a los literatos, músicos, escultores y arquitectos, grabadores, cineastas, cantantes líricos, pintores, danzantes, histriones y demás sujetos que practican artes estéticas, como información es no siempre verdadera, y en ocasiones se convierte en un hervidero de plagas con la cantidad de ofensas y ataques sin motivo aparente mas que la intolerancia con la que se enfrentan los miembros de la comunidad digital, por citar un ejemplo, si yo comentara un contenido de un dominio de interntet dedicado a la escultura y a la estética que guarda, y no tengo una educación en la materia sino simplemente el sentido común, no puedo hacer de cuenta que la comunicación que a mi ofrece el arte exhibido sea la misma para mí que para alguien que ha profundizado en el estudio de dicha disciplina, que entiende su lenguaje y sus signos.

Logotipo de No + Sangre, Varios.


   A lo anterior, cabe destacar que, como dijo Jakobson, citado por Kirchof (2009), que la cultura solo se puede estudiar por la semiótica, así como cualquier disciplina de naturaleza humana, y que pese a la no existencia del receptor, sus códigos de comunicación o de signos son permanentes por estar vinculados unos a otros y generar comunicación, y por lógica, la semiología es la forma de estudiar la cultura, porque no se puede concebir la misma sin la inteligencia, sería eso un empirismo por demás vano, ya que no incluye la profundización filosófica que los primeros empiristas daban, ya que la información que se transmite de la manera antes dicha no es resultado de una reflexión profunda, empero sí de un mórbido deseo hedonista de aparentar saber más que otro para faltar a su integridad con las bajezas que son ya una forma de aceptación en determinados grupos de individuos.


Pipa, Rene Magritte



Referencias:

Aristóteles (2010). Ética Nicomaquea. México: Editorial Porrua S. A. 

Eco, Umberto (2000). Tratado de Semiótica General. Barcelona, España: Editorial Lumen S. A. 

Kirchof, Edgar (2009). Literatura como lenguaje: el legado de Roman Jakobson. Antares Letras e Humanidades, (2), 60-74.