martes, 8 de octubre de 2013

¿Bailamos?

La música popular juega un papel muy importante en la formación de una cultura determinada, éste fenómeno es más evidente con la creciente industria musical que gira en torno a lo comercial.

Hace unos días tuve la oportunidad de escuchar una canción de los "Ángeles Azules", un popular grupo musical, con una larga historia de permanencia en el gusto de la sociedad mexicana, claro, no de toda; la melodía que sonaba en la radio del vehículo del servicio público lleva por nombre "Entrega de amor", la letra de la canción va acompañada de un ritmo muy atractivo, lo cual la hace fácil de memorizar, su composición es simple, no se emplea un lenguaje complicado o reflexivo, más bien, es muy coloquial y representa situaciones comunes en la vida diaria. 

El juego de palabras es muy conocido para el público, en especial porque la canción sugiere un apasionado encuentro sexual, lo cual, convierte a esta pieza, como muchas más del grupo y del género musical, en verdaderos himnos para las parejas que crecieron escuchando las interpretaciones del colorido conjunto; por ejemplo, para resaltar lo que digo, quiero hacer un breve análisis a la letra de la mencionada pieza:


Estamos en lugar prohibido
en busca de experimentar
donde se hace el pecado del amor 
y el tiempo nos hace esperar. 



Aquí, en la primera estrofa de la canción, podemos ver una clara representación de lo que la sociedad mexicana de las pasadas tres décadas concebía como un encuentro sexual libertino, el cual, para la religiosidad existente en el país, por la evidente mayoría católica del mismo qué, un encuentro intimo entre una pareja sólo puede llevarse a cabo en el matrimonio:

Hebreos 13:4 Tened todos en gran honor el matrimonio, y el lecho conyugal sea inmaculado; que a los fornicarios y adúlteros los juzgará Dios. (Biblia de Jerusalén) 

no por eso refiero que sean parejas adúlteras, pueden bien, ser novios o personas que se conocen de tiempo y alguna situación los a orillado a tomar la decisión de compartir su sexualidad con el otro. ¡Claro!, estoy dando una cita de la biblia porque no cabe otra explicación para hablar de un pecado y una prohibición, ya que, según nuestra legislación, en ningún código existente, es prohibido que dos personas se reúnan, en específico, para consumar un acto carnal; todo eso aunado a la ferviente referencia al catolicismo que hace la música del conjunto en sí. 

A continuación tenemos las siguientes estrofas, que son menos representativas que la primera, ya que en ellas se habla más de un acto que de una reflexión, de la cual se incluya emitir un juicio o vivir un dilema, ya que no se habla más de un sentido religioso o espiritual y sí de uno más erótico.

Te miro, y me miras amor 
te pregunto en que piensas 
y me dices en ti y en mi 

Veo que te sueltas el pelo 
mirándote al espejo 
mirándote a los ojos. 
Una mirada entregada en un tiempo 
Sin tiempo y un semblante hermoso. 

Y me dices, he pensado mucho en ti, 
te he soñado tanto aquí 
que no imagine, 
que iba a ser así la entrega de mi amor, 
hacia ti. 

Ahora bien, luego de mirar la corta letra de la canción y su fácil memorización, no es de sorprender porqué fue un éxito la banda, ya que no sólo se dedicó a hacer música bailable, sino qué, se preocupó de llevar un sentido más emocional, y cada vez más sexual a su audiencia. Pero no para ahí la cosa, porque las canciones de contenido similar, se han mantenido en el gusto por generaciones, incluso hoy, suelen escucharse y cantarse en los sitios de reunión de grupos de personas de diferentes edades, incluso, sin existir una diversidad en las mismas.

La música que hoy se escucha en México, es muy variada, a esto me refiero nuevamente como lo dije al principio, la música popular; ya que no sólo es objeto de diversión o de expresión, es un gran recurso económico, una herramienta que el consumismo emplea de manera salvaje para enajenar riquezas, por lo general, de la gente más pobre, que suele ser la que gasta más dinero en dicho rubro.

Tan fácil es darse cuenta qué, los programas de entretenimiento emitidos en cualquier medio de comunicación, giran en torno a sembrar la idea de un ídolo musical nacido del pueblo para el pueblo, falaz aseveración que nos conduce a adquirir un producto, que de entrada es ajeno a nuestras necesidades y de salida, innecesario. 

En específico, algunas manifestaciones musicales como la anterior, son las piezas que corresponde analizar desde otro enfoque, quizá en un punto más especifico, empleando la filosofía y la sociología podemos indagar e interpretar objetos que día a día nos encontramos, ya sea en una plática con amigos, maestros, científicos... o hasta escuchando en el radio del operador de transporte público una canción, no sé, tal vez.

Mi opinión de la música popular no acaba ahí, pero por el momento los invito a mencionar alguna canción que comparta dicho fenómeno, ¿Quién sabe?, si después resulte que la verdad no nos gusta la canción, sino que la oímos tantas veces, que llegamos a asociarla con una verdadera pieza artística o cultural, queda a su criterio. 




Fuentes:

2 comentarios:

  1. Lo interesante es que mucha de la música que se comercializa, no llega a trascender… hay artistas que vendieron mucho en su época, pero hoy su música no se recuerda como aquella que está escrita y hecha con corazón. Apoyemos la buena música, del género que sea. Lo bueno es que tenemos la libertad de escoger.

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    1. Así es Aurora, últimamente nos hemos topado con la misma estrategia, nos crean un ídolo vacío, generan publicidad desmedida, lo comercializan y venden; así cómo lo hacen los medios de comunicación estilo Televisoras mexicanas, que convierten a sus trabajadores en un nuevo artículo consumible, primero entran al mundo de la interpretación, después son cantantes y ocupan un lugar en sus espacios de noticias disfrazados de contenido. Creo que no nos cansamos de lo mismo.

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